Llegamos a Valpo y me encanto la infraestructura de esta ciudad hermosa con casas, hoteles, edificios, trolebús, y una vista hermosa hacia el mar.
Luego de subir por un ascensor porteño, muy arcaico, hecho solamente de madera, daba miedo, pero es algo, que a estado hay por muchos años, y representa a esta ciudad.
Al llegar del ascensor, nos topamos con un mirador, y ferias artesanales, brasileños, turistas, de todo, pero lo más interesante era el museo naval de Valparaíso, un hermoso lugar, lleno de recuerdos, batallas, de viajes y “héroes”.
Las armas eran algo bastante exótico, una mezcla gigante, de un revolver con una navaja suiza, escopetas con arpones, esculturas, imágenes, la verdad es que fue una excelente experiencia.
Después de eso caminamos hacia el centro, caminamos mucho, y
Luego de eso teníamos visita al congreso, a las 3:30, obviamente, caminamos hacia allá, y me dio vergüenza que en nuestro país hallan políticos tan flojos, y que ganen tanto dinero, solo por estar sentidos conversando sobre sus vidas, viendo facebook, leyendo el diario, un asco.
Después de eso, fuimos a tomar micro para nuestra cabaña, y hay paso lo mas cuatico y divertido del día, la famosa patada voladora, la frasecita te c…… la pega, nos trataron de robar, y el profesor Quiroz, con el profe Haroldo, se percataron de esto y el profe Haroldo, reacciono de una manera, media kung fu panda, pata en la cabeza, y cosas raras.
Esa fue la extenuante jornada del segundo de visita en Valpo.